El Presidente de la Agencia Télam, Martín Granovsky, en un año ingresó ya más de 130 empleados y contrató 13 gerentes y un abogado del diario Página 12, todos “amigos”, con sueldos que oscilan los 6 mil pesos. Se sumaron así a los 400 empleados que había.
Al cabo de casi dos años de gestión, nunca fueron auditados los más de doscientos de millones de pesos de publicidad oficial comercializados.
Pero además, este fin de semana trasladaron desde el edificio central a la Casa de la Defensa, al personal de Facturación, Sistemas y de Gerencia de Ventas, en su mayoría contratados hace más de año, a contrapelo de la legislación vigente. Pretenden coronar la instalación de una Agencia paralela para neutralizar toda protesta gremial.
Todo muy parecido al desastre financiero que produjo la administración del gobierno de la Alianza, cuando desviaron 18 millones de dólares otorgados por el Banco Interamericano de Desarrollo para renovación tecnológica, al pago del centenar de retiros “voluntarios” que impulsaron con el fin de vaciar la Agencia.
La comparación viene al caso porque Granovsky perteneció a aquel emplasto político que terminó con una huida en helicóptero y más de treinta muertos. Parece que poco aprendió.
El abogado referido es Carlos Prim, primo del gerente del diario Página 12, donde Granovsky hizo y deshizo durante muchos años y despidió a numerosos trabajadores por reclamar mejoras laborales.
Este Presidente que tiene hoy Télam, paralelamente, no ha tenido un minuto de descanso para generar conflictos con el personal y no admitir un diálogo franco con la Comisión Gremial Interna. .
Un ejemplo con mayúscula. Los 38 días de paro que realizamos fueron provocados con dos despidos y la falta de respuesta a una demanda salarial y decenas de re-categorizaciones.
Uno de esos despedidos, Jorge Azar, para el Directorio de Télam había cometido serias irregularidades que justificaban su cesantía. Pero la realidad culminó en el pago indemnizatorio de 300 mil pesos.
Hernán Pereyra, el otro despedido, había sido denunciado penalmente por una presunta agresión física a Granovsky. Ahora, la Justicia lo sobreseyó.
Esta Comisión Interna exige a Martín Granovsky la inmediata reinstalación en el cargo de Hernán Pereyra.
Seguramente este sobrseimiento, dará lugar a todos los reclamos que Pereyra considere necesarios y justos, y será Granovsky el que deberá responder. Y seguramente todo esto costará dinero, un dinero que por culpa de Granovsky, deberá pagar Télam.
Granovsky despilfarra el dinero público, no hizo el menor comentario sobre los montos que se tuvieron que pagar a los ex directivos de Télam de épocas de la Alianza; Rodolfo Pousá, Patricio O'Reilly y Hugo Muleiro. En cambio, llega hasta la ira cuando se le critican su tozudez en no dar solución a nuestras demandas de re-categorizaciones y mejores condiciones ambientales de trabajo.
Quizá por eso, insiste en organizar una “agencia paralela” mudando sectores, como Internet y Publcidad, a la Casa de la Defensa, un sitio que no admite mayores actividades, por su resguardo histórico y estructural.
En fin, Granovsky parece ser que lo único que aporta inteligentemente a la actividad de la Agencia Télam, es su capacidad para hacer que la información pública se reduzca a una simple propaganda oficialista, a menudo, divorciada de la realidad y de la verdad. Ya demasiadas veces burlada en distintos medios de comunicación.
Comisión Gremial Interna
Quizá por eso, insiste en organizar una “agencia paralela” mudando sectores, como Internet y Publcidad, a la Casa de la Defensa, un sitio que no admite mayores actividades, por su resguardo histórico y estructural.
En fin, Granovsky parece ser que lo único que aporta inteligentemente a la actividad de la Agencia Télam, es su capacidad para hacer que la información pública se reduzca a una simple propaganda oficialista, a menudo, divorciada de la realidad y de la verdad. Ya demasiadas veces burlada en distintos medios de comunicación.
Comisión Gremial Interna
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